Diseño obsoleto:
- Evita: Utilizar plantillas prediseñadas sin personalizarlas o utilizar elementos gráficos anticuados.
- Opta por: Un diseño moderno y responsive que se adapte a diferentes dispositivos. Utiliza imágenes de alta calidad y una paleta de colores coherente.
2. Contenido de baja calidad:
- Evita: Contenido repetitivo, mal escrito o con errores ortográficos.
- Opta por: Contenido original, bien estructurado y relevante para tu público objetivo. Utiliza palabras clave estratégicamente para mejorar el SEO.
3. Navegación confusa:
- Evita: Menús complejos, enlaces rotos o una estructura de navegación poco intuitiva.
- Opta por: Una navegación clara y sencilla, con un menú principal bien organizado y enlaces internos funcionales.
4. Velocidad de carga lenta:
- Evita: Imágenes de gran tamaño, demasiados elementos multimedia o código ineficiente.
- Opta por: Optimizar las imágenes, reducir el tamaño de los archivos y utilizar un servidor rápido.
5. Falta de adaptación móvil:
- Evita: Un diseño que no se ajuste correctamente a dispositivos móviles.
- Opta por: Un diseño responsive que se adapte automáticamente a diferentes tamaños de pantalla.
6. Uso excesivo de animaciones y efectos:
- Evita: Utilizar demasiadas animaciones o efectos que distraigan al usuario.
- Opta por: Utilizar animaciones y efectos de manera moderada y con un propósito claro.
7. Descuido de la accesibilidad:
- Evita: Un diseño que no sea accesible para personas con discapacidades.
- Opta por: Cumplir con las pautas de accesibilidad WCAG y utilizar tecnologías como ARIA para mejorar la experiencia de todos los usuarios.
8. Falta de personalización:
- Evita: Un diseño genérico que no refleje la identidad de tu marca.
- Opta por: Un diseño personalizado que utilice colores, tipografías y elementos visuales que representen tu negocio.